sábado, 25 de octubre de 2008

Capítulo 2 Parte 5 - Conjeturas

Esa noche no pude dormir. No sólo por tanto pensar en los sucesos misteriosos de la fiesta, sino porque no paré de vomitar repetidamente por la taja tan tremenda que había pillado con tanto vino y cigarros. Aunque no creo que lo único que me hiciera vomitar fuera el vino, vomitaba cada que pensaba en que Alexandro tenía algo que ver con los cortes de la joven.

¿Porqué cada que aparecía Alexandro alguien resultaba herido? Recordé que en la noche que conocí a Alexandro una joven se había cortado por un supuesto accidente con un cuchillo en la fiesta que celebró en su casa, todo porque pretendía cortar un hilo que colgaba de su vestido. Y que decir del supuesto intento de suicidio de Xavier, la noche del estreno de la obra en la que Alexandro apareció misteriosamente y desapareció de entre el público? .... Y ahora esto.

Parecía que todos los incidentes estaban relacionados, por lo menos todos ellos tenían en común que alguien se autolesionaba con cortes y Alexandro siempre estaba presente.
¿Acaso rellena las botellas que tiene en su bodega con la sangre de la gente que induce a cortarse? ¡No podía ser! ¿Cómo puede conseguir alguien que otro se corte y ponga en peligro su vida?
Además, si las botellas fueran la sangre de las víctimas, media ciudad estaría con cicatrices porque la bodega de Alexandro era demasiado grande como para llenarla con la sangre de unos cuantos cortes. No tenía sentido.... nada de todo aquello tenía sentido.

Si Alexandro podía hacer que alguien se autolesionara, ¿porqué no lo había hecho conmigo?

Sabía que Alexandro volvería a aparecer y yo tendría la oportunidad de aclarar todo aquello. O eso, o ir a su casa y enfrentarle cara a cara, aunque quizás eso sería lo mismo que meterme en la boca del lobo.

Otra opción sería llamar a la policía, pero si Alexandro tenía alguna lógica explicación para justificar su bodega, yo quedaría como una estúpida y aparte de la bodega no tenía pruebas para demostrar que Alexandro tenía algo que ver con los cortes de las personas que se habían autolesionado.

Después de que mi estómago se deshizo del poco vino que quedaba en mi aparato digestivo y después de beber agua como si la vida me fuera en ello, me quité el enorme vestido que aún conservaba puesto y me puse el pijama para sentirme un poco más cómoda.

Deshice mi peinado, me quité las joyas de fantasía y lavé mi cara con abundante agua para retirarme el maquillaje, lavé mis dientes y me metí en la cama no sin dejar de darle vueltas a todas mis conjeturas una y otra vez. Tenía que parar de pensar tanto en todo aquello porque sentía que me iba a volver loca.

Pensé que quizás debería contarle a Carolina todo lo que había sucedido con Alexandro, pero no quería implicarla en el asunto y ponerla también a ella en peligro, conmigo en medio del ajo ya era más que suficiente.

Tenía que hacer algo, tenía que protegerme de todo aquel peligro que me asechaba a mi alrededor, tenía que estar a salvo y ni la policía ni mis amigos podían ayudarme. El peligro era sobrenatural y para protegerme de algo sobrenatural tenía que usar una protección sobrenatural, así que decidí que haría un ritual de protección, un ritual mágico que pudiera defenderme.

Pensé en hacer el ritual en la próxima luna llena y, cuando por fin tomé la decisión, entonces por fin conseguí dormirme.

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1 comentario:

Karmilla Viggé Lebraunt dijo...

esta muy bueno ,espero pronto el final .

Karmilla Viggè Lebraunt.
CONDESA DEL VALLE.

Rojo con Sangre - Conociendo a los Vampiros

Crónicas.